El naranja y la flor del naranjo simbolizan la acogida, la dedicación y el sentido de servicio, evocando, en una inesperada conexión, la historia de los Descubrimientos portugueses.

La naranja y los portugueses
El viaje de los portugueses por el Mundo no se olvida. Encontramos nombres sugestivos, signos de un pasado vivido con la intensidad de los grandes designios. Es el caso de la palabra naranja que todavía hoy, a lo largo de la cuenca mediterránea, se confunde con Portugal: en Piamonte es portugaletto, en Kurdistán es portughal, en Albania portokale, en Grecia portugales.
¿Por qué motivo una planta ya conocida cambió de nombre? es necesario recordar que la flor de naranjo dulce había llegado ya hace mucho tiempo de los confines de China al Mediterráneo, de la mano de los comerciantes musulmanes; más que la propia planta - o simplemente una nueva especie de ella - es posible que en el segundo cuarto del siglo XVII los portugueses hayan traído directamente de Macao una técnica más apurada en su tratamiento, intensificando el grado de dulzor de la naranja. Se cita en memorias coevas que el primer tallo de este naranjo más dulce habrá sido aclimatado por D. Francisco Mascarenhas, gobernador de Macao, en su Quinta do Grilo, en la zona oriental de Lisboa.
Lo cierto es que rápidamente el nuevo naranjo fue muy codiciado, diseminándose por los cuatro cantos del mundo y substituyendo poco a poco las otras especies tradicionales.
José Sarmento de Matos
Historiador